sábado, 25 de marzo de 2017

EL MONASTERIO DE LA CARTUJA II. FUNDACION Y 400 AÑOS DE ESPLENDOR.


EL MONASTERIO DE LA CARTUJA II.

FUNDACIÓN Y 400 AÑOS DE ESPLENDOR.

       A orillas del Guadalquivir, en una de las cuevas producidas por las continuas extracciones de arcillas a lo largo de los tiempos, apareció a mediados del siglo XIII según cuenta la leyenda,  una imagen de la Virgen a la que se levantó una ermita.



LA VIRGEN DE LAS CUEVAS PROTEGE CON SU MANTO A LA ORDEN DE LOS CARTUJOS.


FRANCISCO DE ZURBARÁN  MUSEO DE BELLAS ARTES DE SEVILLA.

          Fue tanta la devoción a esta imagen conocida como la Virgen  de las Cuevas, que en estos terrenos el Arzobispo de Sevilla Don Gonzalo de Mena funda en 1400 el Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas.

Don Gonzalo de Mena fallece en 1401 víctima de la epidemia de peste que asola a la ciudad.


El Patronazgo del Monasterio pasa al noble sevillano Per Afán de Ribera (1338-1423)[i] que aporta los caudales necesarios para la construcción de la iglesia y para el mantenimiento del resto de dependencias, a cambio se le concede el privilegio para él y su linaje a ser enterrados en el Monasterio.


          Y comienza para la Cartuja un periodo de esplendor que durara cuatro siglos. Favorecida por los privilegios y mercedes de reyes y nobles, alcanza un fabuloso patrimonio material y artístico, entre los que hay que incluir la cría de los bellos y magníficos caballos cartujanos.

Este patrimonio en su mayoría de fértiles tierras, producía unas cuantiosas rentas, cuya mayor parte dedicaban a alimentar y socorrer a la población sevillana más pobre y necesitada.



LA PUERTA DE LAS CADENAS, AL FONDO LA IGLESIA,

VISTA DESDE EL PATIO DEL AVE MARÍA.



Ahora, después de dar un agradable paseo por la extensa zona de jardines y huertas plantadas de naranjos, cipreses y otros muchos árboles, cruzo el patio del Ave María, y tras pasar la Puerta de las Cadenas adornada con los escudos de la Orden y del fundador de la Cartuja, me encuentro  ante la iglesia.



PORTADA GÓTICA.

La portada por la que se accede al interior, tiene un arco ojival de estilo gótico, y en la parte superior destaca una vistosa claraboya, grande, circular, rodeada de ancha cenefa de azulejos polícromos en forma de rombos.


               El templo construido entre los años de 1.410 y 1.419 es de una sola nave, en la que se admira la bella cúpula gótica del presbiterio y la cubierta de la nave.



CUBIERTA GÓTICA DE LA IGLESIA.

          Aparte de las exposiciones de arte contemporáneo, sus muros están vacios del cuantioso patrimonio religioso y  artístico cartujano, retablos, altares, orfebrerías, enseres religiosos, esculturas, imágenes, cuadros, etc. todos desaparecidos,  estarán causando devoción y admiración en otros templos y museos.



SACRISTÍA MARCO BARROCO.

          En la sacristía se pueden contemplar, los tres marcos de yeserías barrocas, como el que vemos en la foto, que enmarcaron  la serie de óleos: la Virgen de los Cartujos, San Hugo en el refectorio y la visita de San Bruno a Urbano II, que pintara Francisco de Zurbarán para este lugar, obras que afortunadamente podemos ver en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

          De uno de ellos, el que representa a la Virgen de los Cartujos protegiendo con su manto a los monjes, se inserta una foto al inicio de este escrito.

          También en la Sacristía de los Cálices de nuestra Catedral, podemos rezar a la magnífica imagen del Cristo de la Clemencia, que tallara Martínez Montañés por encargo del arcediano y canónigo Vázquez de Leca y que este donara en 1614 al monasterio, donde estuvo presidiendo la capilla de Santa Ana durante más de doscientos años.

          En la cripta de esta capilla, estuvieron sepultados durante varios años los restos de Cristóbal Colon, pero esa historia la dejo para más adelante.

          Ahora es el momento de seguir la visita paseando por el Claustro Chico y volver a los Riberas.









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[i] LA CALLE PERAFAN DE RIBERA QUE VA DESDE LA RESOLANA ESQUINA A LA TORRE DE LOS PERDIGONES HASTA LA CALLE DON FADRIQUE ESTA DEDICADA A SU MEMORIA.

martes, 14 de marzo de 2017

EL MONASTERIO DE LA CARTUJA DEL SIGLO XIX AL PRESENTE.


EL  MONASTERIO DE LA

CARTUJA DE SEVILLA I.

DESDE EL SIGLO XIX AL PRESENTE.



MONASTERIO DE LA CARTUJA. PORTADA PRINCIPAL.

          Me encuentro en el Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas,  al que vengo a visitar siguiendo las huellas de la familia Ribera, que si bien vivieron en la “Casa de Pilatos”, aquí en este monasterio están enterradas varias de sus generaciones[i].  

          En mi paseo observo, que en las dependencias del que fuera otrora un lugar dedicado a la oración y la meditación, actualmente se ubican organismos de la Junta de Andalucía  dedicados al arte y la cultura, como el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, la Universidad Internacional de Andalucía y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.

          Por cierto las exposiciones, seminarios, talleres, etc., sobre arte contemporáneo, se exhiben  y desarrollan en espacios privilegiados del monumento, como la iglesia del siglo XV, capillas y estancias anexas.

          La instalación de estos organismos de la Junta, así como los años en que el monasterio fue expropiado y convertido en fábrica de loza, pertenecen a una etapa muy interesante que comprende desde el inicio de su decadencia en el siglo XIX, hasta el auge y florecimiento como conjunto monumental en estos últimos años.

          A esta parte de su historia voy a dedicar estas líneas, de los Riberas trataremos más adelante.

          Las primeras vicisitudes para los cartujos comienzan en 1810 durante la guerra de la Independencia, los monjes ante el temor a los franceses abandonan el monasterio, las tropas invasoras lo expolian y ocupan convirtiéndolo en cuartel, profanando la iglesia que utilizan  como cuadras.

          Entre todo lo que expolian y según  la tradición, se encuentra una obra de arte culinaria: la receta de la tortilla cartujana.

          Los monjes según las reglas de su orden no comían  carne, para suplir este alimento cocinaban con huevos y aceite una tortilla que llamaron cartujana, los franceses se llevaron la receta y desde entonces le dieron el archifamoso nombre de  “tortilla francesa”.

          Pero que conste, esta modalidad de tortilla es un invento de los monjes cartujos de Santa María de las Cuevas y no de los franceses.

          Años más tarde marchados los franceses, los monjes vuelven, pero por pocos años, en 1836 con la Desamortización de Mendizábal que decreta la extinción de órdenes religiosas, los monjes son expulsados, abandonando definitivamente el monasterio, que pasa después de 400 años de vida contemplativa a propiedad del estado.

          En 1841 el monasterio que había sido comprado por el comerciante inglés Carlos Pickman, es transformado sin alterar sustancialmente las dependencias monacales, en la Fábrica de loza y cerámica la Cartuja.





HORNOS ESTILO BOTELLA. FABRICA CERAMICA DE LA CARTUJA.

                    En los más de cien años realizando esta actividad industrial, sus porcelanas adquirieron tanta fama que la Cartuja es conocida en todo el mundo.



HORNO DE LA CARTUJA.

          En 1964 el conjunto es declarado Monumento Nacional, en 1982 se expropia por el estado que lo transfiere a la Junta de Andalucía.

          Y llegan los años previos a la Exposición Universal de 1992, el monasterio se rehabilita y en sus dependencias se instala la sede del Pabellón Real de la Expo 92,         se crean e instalan como dije al principio de este escrito, el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, la Universidad Internacional de Andalucía y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, cuyas actividades lo salvan del olvido y la ruina.

          Ahora que conocemos su situación actual, el próximo escrito lo voy a dedicar al periodo de esplendor y prosperidad que tuvo el monasterio y que abarca desde su fundación en 1400,  hasta el inicio de su decadencia en 1810.



[i]  NI TODOS LOS RIBERAS VIVIERON EN LA CASA DE PILATOS, NI TODOS ESTAN ENTERRADOS EN ESTE MONASTERIO.  

viernes, 3 de marzo de 2017


“LA CASA DE PILATOS”.

PASEO POR EL PALACIO.



          En las páginas anteriores comentaba sobre el legendario y popular nombre de “Casa de Pilatos”, así como de otras series de leyendas relacionadas con el palacio, el día de hoy lo voy a dedicar a visitarlo.

          Don Fadrique Enríquez de Ribera viajó entre los años 1518 y 1520 de peregrinación a Tierra Santa, quedando impresionado al pasar por Italia con las manifestaciones artísticas del renacimiento.

         De vuelta a Sevilla amplió y reformó el edificio de  sus padres con estas bellas formas arquitectónicas, por ello encontramos en él una combinación de estilos que lo convierten en uno de los palacio más bellos e interesantes de Sevilla.
       Ya en la antesala que forma la plaza ante la fachada, empezamos a constatar la grandeza de este monumental palacio.



PORTADA PRINCIPAL, CRUCES DE JERUSALEN Y CRUZ PRIMERA ESTACIÓN VIA CRUCIS.

       Lo primero que centra nuestra atención, es la magnífica portada principal renacentista de mármol en forma de arco triunfal, y labrada en Génova en 1529. Se adorna con dos medallones de emperadores romanos, y se culmina con un friso relativo a la construcción, flanqueado por el escudo de los Riberas.

        La fachada se remata con una crestería gótica, en cuya parte central, tres Cruces de Jerusalén con la inscripción grabada en la piedra:“4 días de Agosto 1519 entró en Jerusalém”, nos recuerdan el viaje y la llegada de Don Fadrique a los Santos Lugares.

          A la izquierda de la portada, en el interior de una hornacina, una cruz en mármoles de colores señala la primera estación  Cristo condenado a muerte, del Vía Crucis instaurado por Don Fadrique en 1521.

          En la otra fachada, encima del portalón por donde vamos a pasar al interior, podemos contemplar el conocido popularmente como “balcón de Pilatos o del Ecce Homo”.



BALCÓN DEL ECCE HOMO.

          En él la tradición sevillana, cree que fue donde Jesús llevando la corona de espinas, la caña y el manto púrpura, fue presentado al pueblo por el gobernador o pretor romano Poncio Pilatos diciéndoles: “Ecce Homo[i]”= he aquí el hombre.

          Y el interior del palacio es indescriptible, no hay pluma que lo cuente, hay que venir a verlo, aquí se mezclan gratamente las bellezas arquitectónicas y artísticas de los estilos góticos, mudéjar y renacentista, componiendo un verdadero museo de estatuas, azulejos, artesonados, medallones, yeserías, mármoles y columnas traídas de Italia, etc.

         He dado un agradable paseo por los jardines, contemplado en la Capilla de la Flagelación, el pilar donde supuestamente fue Jesús atado y azotado, admirando los diversos salones con nombres tan sugestivos como Salón Pretorio, Gabinete de Pilatos, de los Jueces o Dorado, todos adornados con azulejos y cubiertos con artesonados mudéjares a cual más bello y artístico, y me encuentro en el Patio Principal eje central de todo el edificio.



          Este hermoso patio se adorna con una hermosa fuente sobre cuatro delfines, labrada al igual que las columnas, en Génova en 1529, y coronada por el Dios Jano bifronte[ii], cuatro grandes estatuas de mármol griegas y romanas que representan a Minerva, Atenea, Ceres y  una danzarina o Musa, ocupan las esquinas del patio.



DIOSA MINERVA. SIGLO I.

 


DIOSA PALAS ATENEA SIGLO V a.C.
DIOSA CERES
MUSA O BAILARINA CON PANDERETA.
            Desde el patio y por una monumental escalera, cubierta con cúpula de media naranja dorada, réplica de la del Salón de Embajadores de los Reales Alcázares, se sube a las estancias de la planta alta.  En ellas podemos admirar ricos tapices, lámparas, alfombras, muebles, una interesante colección de pinturas, y un techo pintado magistralmente por Francisco Pacheco en el que se representa “la Apoteosis de Hércules”.



            Los próximos días los voy a dedicar a visitar el antiguo Monasterio de la Cartuja, entidad religiosa que estuvo muy vinculada a la familia Ribera, en ella se pueden admirar sus sepulturas, entre las que destacan por su grandiosidad en bello estilo  renacentistas, las que Don Fadrique mandara construir para sus padres Doña Catalina de Ribera y Don Pedro Enríquez.









           

         

                   







[i]  R-A-E. ECCEHOMO= PERSONA LACERADA, ROTA, DE LASTIMOSO ASPECTO.

[ii]  DE DOS CARAS.